sábado, 4 de junio de 2011


La Perla Negra de Tahití es la joya del mar, un símbolo en vida a la pureza y perfección.
Mucho antes de la llegada de los descubridores a Tahití, la perla negra ya tenia una reputación de excepcional valor y rareza, enlazada por su uso para la joyería mundial de la Realeza y la Nobleza. En  si la perla negra natural fue conocida como La Reina de las Perlas y Las Perlas de las Reinas, su milagro ha inspirado muchas preguntas entre la gente durante siglos. Pero su falta de precisión científica las llevó a improvisar con leyendas y poesía.
Tiempo atrás los ancianos chinos creían que las Perlas eran concebidas en los cerebros de los dragones.
En la China Imperial, la perla negra natural fue considerada un símbolo de nobleza y custodiada entre los dientes del dragón. Escritores hindús vinculaban las Perlas Negras a las nubes, elefantes, serpientes, cerdos salvajes, peces y a veces con ostras. Griegos y Romanos pensaban que las Perlas nacían de una gota de lluvia o del rocío y eran recolectadas por ostras. Los Persas creían que una perla imperfecta era consecuencia de los rayos y de las tormentas. Otra versión dice que la Perlas son el resultado del encuentro del Arco Iris con la Tierra.
En el Oriente se asocian las Perlas con las lágrimas de los Ángeles, sirenas o míticos elfos.
Una leyenda de Sri Lanka (antiguo Ceilán) comenta como las lágrimas de Adán y Eva, crearon un lago que engendró la Perlas, blancas o rosas de las lágrimas de Eva, y mas preciadas las inauditas Perlas grises y negras de las lágrimas de Adán. El hombre sabe controlar mejor sus emociones, por eso sus lágrimas son mas valoradas. Los hombres raramente lloran, dicen en Tahití, pero cuando lo hacen son un volcán.
De acuerdo con antiguas leyendas Polinesias heredadas de generación en generación, Oro el dios Polinesio de la guerra y la paz, bajó a tierra encima de un Arco Iris para ofrecer una perla muy especial a la humanidad, era la Perla Negra.